Principales regiones peruanas cuya infancia tiene los mayores puntaje en habitos de lectura
¿Cómo favorecer el deseo de leer desde la más tierna infancia?
Leer y tener una buena comprensión lectora es clave para el éxito escolar y para la calidad de la educación y de la cultura. Las madres y padres pueden hacer mucho por la lectura y por su familia, si siguen estos consejos y los convierten en hábitos. Si lo logran es como si diesen a sus hijos, por adelantado, un “master universitario” para el desarrollo de sus inteligencias múltiples.Según los especialistas, las madres o padres que les narran cuentos o les leen libros infantiles a sus hijos en momentos de ocio o antes de dormir, como hábito cotidiano, favorecen el deseo lector en los niños pequeños que, de mantenerse, será clave para crearles el hábito lector, su éxito a la hora de expresarse, de aprender a leer en la escuela, de comprender lo que leen y de ampliar sus estudios.
Los avances de la neurología están demostrando que el cerebro infantil, incluso el cerebro adulto, se moldea y mejora con las experiencias positivas, con la lectura y con la buena música. Por eso, si queremos que nuestros hijos sean buenos lectores, desde su más tierna infancia sería conveniente seguir algunos de sus propuestas:
- Crearse hábitos tranquilos y relajados durante el embarazo de la madre (música, lectura…) y hablarle al neonato porque el tono de voz maternal será un vínculo afectivo de apego muy importante.
- Acariciar mucho al recién nacido desde el primer día, abrazarlo, hablarle y cantarle nanas, aunque, lógicamente, no entienda el sentido de las palabras.
- Crearle rutinas y hábitos de tranquilidad emocional desde la primera semana, alternándolos posteriormente con otros momentos de estimulación sensorial básica (movimientos de objetos de colores, audición de música y palabras, masajes y pequeños movimientos de manos y pies).
- Cantar pequeñas canciones, recitar poesías y narrar cuentos sencillitos debe ser un proceso natural y emotivo que se intensificará especialmente a la hora de prepararlo para dormir.
- Contar cuentos antes de dormirse, desde los primeros años, crea un marco emocional importante para relajarlo antes del sueño, y será esencial para el desarrollo general del lenguaje, de la atención, y de la inteligencia emocional de nuestros hijos. Esta práctica, que puede durar hasta que el niño o la niña lea por sí mismo antes de dormirse (6-7 años) crea un “tiempo de calidad y un vínculo afectivo” entre la madre o el padre con sus hijos.
- Introducir los libros progresivamente: De “contar cuentos” a “leer libros de cuentos” los padres trazan un camino mágico, clave para el fomento de la lectura. Los niños habrán crecido con ellos: de libros de dibujos para bebés a libros de pocas palabras, pasando del cuento narrado al libro de bellas ilustraciones y, de éste a otros libros con más texto escrito, según la lectura aconsejable para cada edad.
- Escuchar y comprender son dos funciones esenciales para el pensamiento lingüístico que se desarrollan con esta actividad compartida. También se amplia con ella su vocabulario y se estimula su curiosidad útil. Todo lo cual favorece un interés mayor por aprender a leer y por hacerlo por sí mismos.
- Cooperar con la escuela: Los padres deben cooperar con el colegio de sus hijos y con su profesor o profesora. Especialmente –en el tránsito entre la Educación Infantil y Primaria– para estimular los requisitos y conceptos básicos (derecha-izquierda, abajo-arriba, dentro-fuera, antes-después,…) y ver su grado de madurez general y psicomotriz para prevenir dificultades (déficits de atención, dislexia…). Si un niño está maduro y motivado el aprendizaje de la lectura y la escritura se alcanzará de un modo gradual, de la forma más activa y natural posible (interés por leer, sentido de la lectura, percepción del contexto del mensaje, mecánica, comprensión y velocidad lectora).
- Inscribirlos en alguna biblioteca pública, para leer allí o tomar prestados libros para casa. Asistir a sesiones de cuenta-cuentos, a marionetas y teatros infantiles. Realizar puzzles, juegos de palabras y juegos de mesa. Visitar exposiciones y monumentos. Llevarlos a librerías, para mirar o comprar libros y, poco a poco, ampliar la biblioteca familiar o su propia biblioteca infantil en casa.
- Ver la televisión durante un tiempo limitado y seleccionando los programas o videos adecuados, tras hacer los deberes y, a ser posible, comentando siempre con ellos lo que ven para estimular una actitud menos pasiva ante las pantallas.
- Dibujar y escribir pequeñas historias que les hayan sucedido, recrear héroes de sus libros de cómic, inventar cuentos o realizar pequeños libritos ilustrados, comentar las publicaciones que hacen en el colegio, escribir textos libres en el ordenador, o realizar juegos didácticos por Internet… son también diferentes formas de fomentar la lectura desde la práctica de la propia escritura.
- Dar ejemplo como padres y como adultos lectores que leen habitualmente, pero sin restarle la atención que los niños les demanden, porque pueden llegar a ver a los libros como sus “enemigos”.
Amar a los hijos implica saber “quererlos bien”, de forma cálida y exigente, con ternura y límites (amor, valores, criterios y normas), educándolos con un estilo parental responsable.
Amigo Rigoberto, te falta publicar la Semana Santa en Lamas, es otro espectaculo maravilloso donde mucha gente de la region y afueras de la region se acercan para comer el popular juane de chonta, ensalada de chonta, y otros derivados de la misma, y lo más importante es ver en escena a mas de 300 jovenes en la pasion y muerte de nuestro señor jesucristo, te invito a promocionar.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, si tienes algunas fotografias envialas.
ResponderEliminarMargarita