domingo, 10 de marzo de 2013

Sexualidad: Como evitar el abuso sexual en los niños ?

¿Cómo evitar el abuso sexual en los niños?
 
 
Todos los padres de familia tienen el constante miedo de que sus hijos sean abusados sexualmente, sin embargo pocas veces se toman medidas para prevenirlo porque se considera que este aberrante crimen se da solo en casos aislados.
Las estadísticas indican que en México una niña o un niño son abusados sexualmente cada media hora, por lo que potencialmente todos los pequeños están en permanente peligro de ser violentados.

Es importante que sepas que el abuso sexual no se limita a la copula involuntaria de un menor con un adulto. Puede implicar un acto sexual voluntario a través de la seducción de un pequeño, actividades masturbatorias, penetración oral, anal o con un objeto, exposición a material pornográfico, exhibicionismo, caricias, besos, tocamientos.
 
• Enseña a tu hijo a tener criterio propio y rechazar las cosas que le desagradan

Es muy común que papá o mamá obliguen a sus hijos a saludar con un beso, abrazar, sentarse en las piernas de alguien, salir a solas con un mayor aún cuando el pequeño se niegue a hacerlo. Los adultos confundimos una buena educación con el hecho de que nuestros hijos se comporten “adecuadamente” y conforme a lo que se espera en criterios de “obediencia” ante la sociedad y particularmente con los mayores. Permite que tu hijo sea selectivo en estos actos de muestras de cariño. Recuerda que los niños como los adultos poseen una intuición natural de rechazar lo que no les es benéfico.Es indispensable que tengas como principal objetivo enseñar a tu hijo a decir No cuando algo le moleste, dañe o incomode. El respaldarlo en éstas decisiones logrará que tenga mayor confianza en ti.
 
•Nunca dejes totalmente solo a tu hijo
 
Incluso cuando tengas alguna emergencia o creas que tu hijo estará bien con alguien que consideres de total confianza estando a solas, elige sin dudar un sitio donde haya más de dos adultos que le den y te den seguridad. Recuerda que el bienestar de tu hijo es más importante que cualquier cita, llamada, trabajo o actividad que te obliguen a dejarlo solo.A pesar de la creencia general, los abusos sexuales en más del 80% se dan de personas conocidas por los niños incluyendo en la mayoría de las ocasiones a familiares cercanos.
 
•Enseña a tu hijo a que impida ser tocado en sus órganos sexuales
 
Algunas mamás no saben cómo manejar ésta indicación con sus hijos cuando no han controlado esfínteres y asisten a guarderías, escuelas preescolares o se ven obligadas a dejarlos en casas de amigos o familiares y las tareas de higiene comprometen la limpieza de los genitales y ano. Nuevamente tener presente de no dejar a tu hijo en un lugar a solas podrá asegurar en cierta medida éste peligro. En el caso de las escuelas se vuelve indispensable conocer cómo se llevan a cabo éstas tareas, quién o quienes estarán a cargo de la limpieza del niño. Visitas o llamadas inesperadas de manera aleatoria en el plantel darán la pauta de que estás constantemente vigilando a tu hijo. Es posible que en la escuela o los maestros te tachen de exagerada pero recuerda que lo mejor es la prevención. Existen algunas escuelas que manejan un sistema de monitoreo por internet para que puedas estar al tanto de lo que sucede en tiempo real con tu hijo.
 
Por otro lado es fundamental que instruyas a tu pequeño de que nadie, bajo ninguna circunstancia puede “jugar” “acariciar”, “ver”, “acercarse” o “tocar con algo” sus genitales o que él no deberá hacer lo mismo con las partes íntimas de nadie aun cuando se lo ordenen o pidan cariñosamente, incluso cuando sea una persona cercana, que le parezca chistosa, agradable o le regale dulces u obsequios o le pida guardar el secreto o amenazarlo.
 
Dile convincentemente que no es correcto. Recuérdale que los que intenten hacerlo pretenden dañarlo y que es indispensable decírtelo a ti o a otra persona mayor que le tenga confianza en caso de haber sucedido.
 
Muchos abusadores saben que es mejor ganarse la simpatía e incluso el afecto de los niños para que éstos sean presas fáciles y guarden silencio. Ten presente que los pequeños son muy manipulables.
 
Éstas conversaciones las tendrás que repetir continuamente de manera cortes, amorosa y comprensiva. Usa diferentes momentos. Investiga si ha entendido el mensaje de forma correcta y contesta sus dudas clara y serenamente para generar en él un aprendizaje significativo y oportuno.
 
• Infúndele el hábito de cuidarse a sí mismo
 
La salud sexual de tu hijo es una parte muy delicada que cuidar y es obligación de los padres ofrecer recursos a los niños para conocerse a sí mismos. Sin embargo no es necesario que le des información sexual detallada para que esté prevenido.
 
Todo niño debe aprender que su cuerpo y su mente son tesoros que debe cuidar y que nadie tiene el derecho de afectarlos o destruirlos. Fomentar la autoestima en tu hijo promueve que él mismo sea un custodio de su integridad y bienestar.
 
•Comunícate con tu hijo
 
La comunicación entre padres e hijos es la herramienta por excelencia para evitar obstáculos y pérdidas importantes en la vida de los niños.
 
Hazle saber que en todo momento estarás para cuidarlo, escucharlo y confiar en él. Abre el canal constante para que pueda expresar sus sentimientos, miedos y confusiones. Con éste estilo de educación recurrirá a ti en cualquier caso donde se sienta amenazado o violentado.
 
•Hagan una lista de personas confiables
 
Celebren un acuerdo, donde escribirán en una lista 3 ó 4 nombres de personas que son confiables para él, teniendo presente que podrá recurrir a ellos en caso de emergencia o bien cuando no se sienta lo suficientemente cómodo para platicarte lo que le suceda. Es frecuente que los abusadores amenacen a los pequeños para mantener su silencio. Las intimidaciones más usuales tienen que ver con hacerle daño a papá, mamá o hermanitos en caso de decir algo, por lo que el niño siente la responsabilidad de callar para evitar cualquier perjuicio en contra de sus seres más queridos. El tener una lista de personas a quien recurrir puede subsanar éste esquema. Es posible que el niño extorsionado pueda sentirse a salvo teniendo más de dos opciones para pedir ayuda.
 
Crea claves secretas
 
Además de fomentar cierta complicidad con tu hijo, permite que pueda darte señales claras ante un peligro aún cuando no pueda hablar abiertamente. Una simple llamada con una frase acordada entre ustedes te indicará que es urgente que vayas en su auxilio.
 
•Observa a tu hijo
 
Ante cualquier cambio significativo en el comportamiento de tu hijo, investiga a fondo el origen. Esto no quiere decir que siempre sea indicativo de abuso sexual pero es preferible que estés al tanto de lo que sucede con él. Hay niños que dan señales claras al inicio del acoso.
 
•Confía en tu instinto de mamá o papá
 
El amor hace que los padres tengan una conexión especial con sus hijos. En ocasiones acallamos esa voz interna que nos indica que no podemos confiar en alguien para permitirle la convivencia con nuestros hijos o que pueden estar en peligro de abuso por no parecer sobreprotectores, paranoicos o dramáticos.
 
Hazle caso a tu intuición si te indica que alejes a tu hijo de alguna persona o circunstancia, puede ser una alarma que le evite ser marcado por el atroz abuso sexual infantil.
 
 
 

Asexuales: la sexualidad desconocida

Existen muchas personas que reconocen, en mayor o menor medida, no estar interesadas en el sexo. Son asexuales. Muchas no lo saben.

La asexualidad es un fenómeno poco reconocido por el gran público y a menudo por las propias personas que lo son. Los pocos estudios que la incluyen sitúan que entre el 3 y el 7% de la población pueda ser asexual, probablemente menos del 1% lo sepa. En un mundo obsesionado con el sexo, los asexuales llevan una vida normal mientras se enfrentan a toda clase de problemas de identidad, desconocimiento, ignorancia y burla.

Todas las definiciones al respecto vienen dadas por las experiencias personales de cada individuo que decide identificarse como asexual.

  • El principal rasgo distintivo de la asexualidad, con el que prácticamente todos están de acuerdo, es que la asexualidad consiste en la falta de atracción sexual hacia otro ser humano. Es importante el énfasis en atracción, ya que no es extraordinario que los asexuales tengan sexo de una manera u otra.
  • Probablemente la mayoría de los asexuales tiene fantasías o se masturba (faltan estudios), es a la hora de plantearse la realización de sus fantasías con otra persona cuando el asexual pierde interés.
  • En otras ocasiones, algunos asexuales pueden tener sexo por el simple placer de su práctica o por complacer a su pareja.
  • También hay asexuales que se sienten incómodos con el contacto físico en cualquiera de sus formas, como besos o abrazos.

En cuanto a las preferencias, existen dos grandes grupos: los románticos y los arrománticos.

Los románticos son asexuales que pueden sentir atracción romántica/amorosa hacia otra persona, pero no sexual. Es un concepto que a mucha gente le cuesta entender, ya que para la gente sexual, atracción romántica y sexual van unidas, lo cual produce incómodos roces en la mayoría de relaciones de pareja donde uno es asexual y el otro no. Dentro de los románticos pueden ser hetero-, homo-, o birrománticos.

Los arrománticos no sienten atracción romántica tampoco, aunque pueden formar parejas y familias, llevados simplemente por el cariño e interés mutuo

Un pequeño grupo dentro de la asexualidad, en la zona más “gris”, es el que se suele llamar demisexual. Son personas que pueden sentir atracción sexual hacia una persona pero únicamente cuando hay fuertes lazos emocionales de por medio.

Mitos y falsas creencias sobre la asexualidad

  • Ser asexual no tiene nada que ver son el celibato o la castidad, las dos últimas son elecciones, la primera no. En general, los asexuales no tienen una visión relativa al sexo mejor o peor que cualquier otra persona, no es un asunto de moral, es sencillamente su condición sexual.
  • La asexualidad no es un enfermedad ni física ni psicológica. Las personas asexuales pueden llevar vidas normales y felices, sólo las presiones sociales y/o el desconocimiento pueden provocarles sufrimiento.
  • Los asexuales no buscan “ a la persona idónea”. Muchos asexuales han tenido parejas que fueron “idóneas” en su momento, a veces hasta se casan y son felices de por vida, y aún así no han tenido deseo alguno de practicar sexo con ellas.
  • El origen de la asexualidad no son ni maltratos, ni abusos; no existe ningún acontecimiento traumático común en el pasado de los asexuales.
  • El origen de la asexualidad no está claro, se suele creer que la mayoría sencillamente nacen así, aunque en ocasiones varía a lo largo de la vida de una persona. La sexualidad humana es más compleja de lo que a muchos gustaría.

Problemas relacionados con la asexualidad

La asexualidad en sí misma no es un problema para quienes se identifican con ella, pero en una sociedad donde el sexo y la pareja son constantes omnipresentes, se pueden desarrollar conflictos derivados, en ocasiones, muy graves.
  • Personas con problemas físicos o mentales pueden verse mal diagnosticados y recibir tratamientos no adecuados cuando el especialista considera que su “falta de interés sexual” o “baja libido” es parte del problema, existen experiencias de asexuales que pese saber lo que son y reconocérselo, el especialista procede a ignorarles, negando que la “asexualidad” exista. El trastorno que supone además que estos tratamientos no funcionen son un golpe duro para muchos.
  • Los asexuales también pueden desarrollar problemas de auto estima al verse incapaces de empezar o mantener una relación de pareja sin saber la causa. La sociedad actual mide a menudo el valor de un individuo por sus relaciones románticas y características (cantidad, duración, etc.). Ya sea debido a ser arrománticos y carecer por completo de interés en tener pareja, o por los posibles roces e incomodidades que ocurren cuando una parte sexual espera relaciones íntimas y la otra no; los asexuales no tienen precisamente un gran éxito en el campo amoroso (especialmente si no saben que lo son y no pueden explicárselo a su pareja), lo cual repercute en que muchos sufran problemas de auto estima y de identidad sexual.
  • La creencia muy establecida de que un asexual es simplemente alguien que no ha encontrado a “la persona adecuada” deriva en no pocas veces en intentos de “conversión” que incluyen desde acoso hasta directamente todo tipo de abusos sexuales.  
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Algunas creencias erróneas sobre la sexualidad y la información sexual de los adolescentes
  • Lo aprenden solos. Falso. Es verdad que la mayoría de nosotros hemos aprendido solos, pero también es verdad que la mayoría hemos aprendido poco y mal y a veces con un cierto coste personal. Hoy en día, igual que antes, la información sexual de que disponen los adolescentes la obtienen principalmente de sus iguales, por lo que nadie puede garantizar que esta información sea correcta, veraz o adecuada si no es contrastada con otras informaciones facilitadas por los padres o en la escuela.
  • Se lo enseñan en la escuela. Depende. No todas las escuelas o institutos desarrollan programas de educación afectiva y sexual. Además, en caso de que así fuera, el hecho de que la escuela aborde estos temas no significa que los padres puedan despreocuparse. De hecho, sólo una tarea conjunta por parte de padres y escuela garantiza un proceso de formación adecuado en ésta y en otras áreas.
  • La educación sexual incita a la práctica sexual. Falso. La educación sexual fomenta la responsabilidad y la adecuada toma de decisiones. Es más, la educación sexual evita que los adolescentes vivan su sexualidad con angustia o condicionados por informaciones erróneas, o con la idea de que todo lo que está relacionado con el sexo es potencialmente peligroso. Lo que de verdad es peligroso es la ignorancia y el miedo. Como dice una investigación del Instituto de la Mujer, del año 1986: Aunque las relaciones sexuales no son más frecuentes entre las jóvenes que han recibido educación sexual que entre las que no la han recibido, las primeras tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas.
  • Todavía son unos niños. Depende. La educación sexual debe llevarse a cabo de manera adecuada a cada edad pero desde la infancia. Es un error muy común pensar que la educación sexual debe dirigirse sólo a los adolescentes. En todo caso, lo que conviene conocer es que en cada momento del desarrollo los temas de interés serán diferentes: quizás en la infancia estarán más centrados en conocer aspectos relacionados con el propio origen, en la pubertad con los cambios corporales y en la adolescencia con una gran variedad de aspectos especialmente relacionados con las propias emociones y comportamientos.
Pero no todas las dificultades provienen de concepciones erróneas, en algunos casos existen obstáculos de otro tipo que dificultan a los padres el abordaje de estos temas. Veámoslos.
Otras dificultades
  • Miedo a no saber responder las preguntas de los adolescentes. Está bastante extendida la idea de que la educación sexual de los adolescentes consiste simplemente en contestar sus preguntas, lo que obliga en principio a padres y madres a tener un amplio bagaje de conocimientos sobre este tema. Nada más falso. En realidad lo que quieren los adolescentes sobre estos temas es poder hablar, conocer lo que pensamos, cómo enfocamos determinadas cuestiones, que les ayudemos a situar los límites, etc. Lo que más interesa a la mayoría de los adolescentes sobre la sexualidad está ligado a las emociones y los sentimientos y sólo después, a la información más o menos específica.
  • No saber cómo enfocar la conversación. Muchos padres no saben "sacar" estos temas sin que se convierta en una especie de asalto directo, que intuyen que el adolescente evitará, posiblemente porque no haya una experiencia anterior de diálogo sobre estos temas. Puede darse incluso la circunstancia de que del lado del adolescente esté pasando exactamente los mismo, es decir, que exista el deseo de abordar estos temas, pero que no sepa cómo ni por dónde empezar.
  • Sentimiento de vergüenza. A veces padres y madres evitan estos temas porque creen que los hijos les preguntarán sobre cuestiones de tipo personal. La intimidad de los padres, en tanto que pareja, no debe pertenecer más que a ellos y así se debe comunicar a los hijos si estos intentan adentrarse en este territorio. Ello no impide que se puedan comentar algunos aspectos generales de su relación, pero sin entrar en detalles que sólo pertenecen al ámbito de lo personal.
  • Miedo a que el adolescente piense diferente. Algunos padres intuyen claramente que sus actitudes sobre temas de sexualidad y las de sus hijos adolescentes pueden ser bastante diferentes, por lo que hablar de ello sólo les conducirá a discusiones inútiles y al desgaste de la relación. Es evidente que hay diferentes cuestiones en las que padres e hijos pueden pensar diferente, pero evitar el tema sólo evidencia la incapacidad para el diálogo.
http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=260

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