¿Cómo evitar el abuso sexual
en los niños?
Todos los padres de familia tienen el
constante miedo de que sus hijos sean abusados sexualmente, sin embargo pocas
veces se toman medidas para prevenirlo porque se considera que este aberrante
crimen se da solo en casos aislados.
Las estadísticas indican que en México
una niña o un niño son abusados sexualmente cada media hora, por lo que
potencialmente todos los pequeños están en permanente peligro de ser
violentados.
Es importante que sepas que el abuso sexual no se limita a la copula involuntaria de un menor con un adulto. Puede implicar un acto sexual voluntario a través de la seducción de un pequeño, actividades masturbatorias, penetración oral, anal o con un objeto, exposición a material pornográfico, exhibicionismo, caricias, besos, tocamientos.
• Enseña a tu hijo a tener criterio
propio y rechazar las cosas que le desagradan
Es muy común que papá o mamá obliguen a sus hijos a saludar con un beso, abrazar, sentarse en las piernas de alguien, salir a solas con un mayor aún cuando el pequeño se niegue a hacerlo. Los adultos confundimos una buena educación con el hecho de que nuestros hijos se comporten “adecuadamente” y conforme a lo que se espera en criterios de “obediencia” ante la sociedad y particularmente con los mayores. Permite que tu hijo sea selectivo en estos actos de muestras de cariño. Recuerda que los niños como los adultos poseen una intuición natural de rechazar lo que no les es benéfico.Es indispensable que tengas como principal objetivo enseñar a tu hijo a decir No cuando algo le moleste, dañe o incomode. El respaldarlo en éstas decisiones logrará que tenga mayor confianza en ti.
•Nunca dejes totalmente solo a tu
hijo
Incluso cuando tengas alguna emergencia o creas
que tu hijo estará bien con alguien que consideres de total confianza estando a
solas, elige sin dudar un sitio donde haya más de dos adultos que le den y te
den seguridad. Recuerda que el bienestar de tu hijo es más importante que
cualquier cita, llamada, trabajo o actividad que te obliguen a dejarlo solo.A
pesar de la creencia general, los abusos sexuales en más del 80% se dan de
personas conocidas por los niños incluyendo en la mayoría de las ocasiones a
familiares cercanos.
•Enseña a tu hijo a que impida ser
tocado en sus órganos sexuales
Algunas mamás no saben cómo manejar ésta
indicación con sus hijos cuando no han controlado esfínteres y asisten a
guarderías, escuelas preescolares o se ven obligadas a dejarlos en casas de
amigos o familiares y las tareas de higiene comprometen la limpieza de los
genitales y ano. Nuevamente tener presente de no dejar a tu hijo en un lugar a
solas podrá asegurar en cierta medida éste peligro. En el caso de las escuelas
se vuelve indispensable conocer cómo se llevan a cabo éstas tareas, quién o
quienes estarán a cargo de la limpieza del niño. Visitas o llamadas inesperadas
de manera aleatoria en el plantel darán la pauta de que estás constantemente
vigilando a tu hijo. Es posible que en la escuela o los maestros te tachen de
exagerada pero recuerda que lo mejor es la prevención. Existen algunas escuelas
que manejan un sistema de monitoreo por internet para que puedas estar al tanto
de lo que sucede en tiempo real con tu hijo.
Por otro lado es fundamental que instruyas a tu
pequeño de que nadie, bajo ninguna circunstancia puede “jugar” “acariciar”,
“ver”, “acercarse” o “tocar con algo” sus genitales o que él no deberá hacer lo
mismo con las partes íntimas de nadie aun cuando se lo ordenen o pidan
cariñosamente, incluso cuando sea una persona cercana, que le parezca chistosa,
agradable o le regale dulces u obsequios o le pida guardar el secreto o
amenazarlo.
Dile convincentemente que no es correcto.
Recuérdale que los que intenten hacerlo pretenden dañarlo y que es indispensable
decírtelo a ti o a otra persona mayor que le tenga confianza en caso de haber
sucedido.
Muchos abusadores saben que es mejor ganarse la
simpatía e incluso el afecto de los niños para que éstos sean presas fáciles y
guarden silencio. Ten presente que los pequeños son muy manipulables.
Éstas conversaciones las tendrás que repetir
continuamente de manera cortes, amorosa y comprensiva. Usa diferentes momentos.
Investiga si ha entendido el mensaje de forma correcta y contesta sus dudas
clara y serenamente para generar en él un aprendizaje significativo y
oportuno.
• Infúndele el hábito de cuidarse a sí
mismo
La salud sexual de tu hijo es una parte muy
delicada que cuidar y es obligación de los padres ofrecer recursos a los niños
para conocerse a sí mismos. Sin embargo no es necesario que le des información
sexual detallada para que esté prevenido.
Todo niño debe aprender que su cuerpo y su
mente son tesoros que debe cuidar y que nadie tiene el derecho de afectarlos o
destruirlos. Fomentar la autoestima en tu hijo promueve que él mismo sea un
custodio de su integridad y bienestar.
•Comunícate con tu hijo
La comunicación entre padres e hijos es la
herramienta por excelencia para evitar obstáculos y pérdidas importantes en la
vida de los niños.
Hazle saber que en todo momento estarás para
cuidarlo, escucharlo y confiar en él. Abre el canal constante para que pueda
expresar sus sentimientos, miedos y confusiones. Con éste estilo de educación
recurrirá a ti en cualquier caso donde se sienta amenazado o violentado.
•Hagan una lista de personas
confiables
Celebren un acuerdo, donde escribirán en una
lista 3 ó 4 nombres de personas que son confiables para él, teniendo presente
que podrá recurrir a ellos en caso de emergencia o bien cuando no se sienta lo
suficientemente cómodo para platicarte lo que le suceda. Es frecuente que los
abusadores amenacen a los pequeños para mantener su silencio. Las intimidaciones
más usuales tienen que ver con hacerle daño a papá, mamá o hermanitos en caso de
decir algo, por lo que el niño siente la responsabilidad de callar para evitar
cualquier perjuicio en contra de sus seres más queridos. El tener una lista de
personas a quien recurrir puede subsanar éste esquema. Es posible que el niño
extorsionado pueda sentirse a salvo teniendo más de dos opciones para pedir
ayuda.
•Crea claves secretas
Además de fomentar cierta complicidad con tu
hijo, permite que pueda darte señales claras ante un peligro aún cuando no pueda
hablar abiertamente. Una simple llamada con una frase acordada entre ustedes te
indicará que es urgente que vayas en su auxilio.
•Observa a tu hijo
Ante cualquier cambio significativo en el
comportamiento de tu hijo, investiga a fondo el origen. Esto no quiere decir que
siempre sea indicativo de abuso sexual pero es preferible que estés al tanto de
lo que sucede con él. Hay niños que dan señales claras al inicio del
acoso.
•Confía en tu instinto de mamá o
papá
El amor hace que los padres tengan una conexión
especial con sus hijos. En ocasiones acallamos esa voz interna que nos indica
que no podemos confiar en alguien para permitirle la convivencia con nuestros
hijos o que pueden estar en peligro de abuso por no parecer sobreprotectores,
paranoicos o dramáticos.
Hazle caso a tu intuición si te indica que
alejes a tu hijo de alguna persona o circunstancia, puede ser una alarma que le
evite ser marcado por el atroz abuso sexual infantil.
Asexuales: la sexualidad desconocida
Existen muchas personas que reconocen,
en mayor o menor medida, no estar interesadas en el sexo. Son asexuales. Muchas
no lo saben.
La asexualidad es un
fenómeno poco reconocido por el gran público y a menudo por las propias
personas que lo son. Los pocos estudios que la
incluyen sitúan que entre el 3 y el 7% de la población pueda ser asexual,
probablemente menos del 1% lo sepa. En un mundo obsesionado con el sexo, los
asexuales llevan una vida normal mientras se enfrentan a toda clase de
problemas de identidad, desconocimiento, ignorancia y burla.
Todas las
definiciones al respecto vienen dadas por las experiencias personales de cada
individuo que decide identificarse como asexual.
- El principal rasgo distintivo de la
asexualidad, con el que prácticamente todos están de acuerdo, es que la
asexualidad consiste en la falta de atracción sexual hacia otro ser
humano. Es importante el énfasis en atracción, ya que no es extraordinario
que los asexuales tengan sexo de una manera u otra.
- Probablemente la mayoría de los asexuales
tiene fantasías o se masturba (faltan
estudios), es a la hora de plantearse la realización de sus fantasías con
otra persona cuando el asexual pierde interés.
- En otras ocasiones, algunos asexuales pueden
tener sexo por el simple placer de su práctica o por complacer a su
pareja.
- También hay asexuales que se sienten incómodos
con el contacto físico en cualquiera de sus formas, como besos o abrazos.
En cuanto a las
preferencias, existen dos grandes grupos: los románticos y los arrománticos.
Los románticos son asexuales que pueden sentir
atracción romántica/amorosa hacia otra persona, pero no sexual. Es un concepto
que a mucha gente le cuesta entender, ya que para la gente sexual, atracción
romántica y sexual van unidas, lo cual produce incómodos roces en la mayoría de
relaciones de pareja donde uno es asexual y el otro no. Dentro de los
románticos pueden ser hetero-, homo-, o birrománticos.
Los arrománticos no sienten atracción romántica tampoco, aunque pueden
formar parejas y familias, llevados simplemente por el cariño e interés mutuo
Un pequeño grupo dentro de la asexualidad, en la zona más “gris”, es el que se suele llamar demisexual. Son personas que pueden sentir atracción sexual hacia una persona pero únicamente cuando hay fuertes lazos emocionales de por medio.
Un pequeño grupo dentro de la asexualidad, en la zona más “gris”, es el que se suele llamar demisexual. Son personas que pueden sentir atracción sexual hacia una persona pero únicamente cuando hay fuertes lazos emocionales de por medio.
Mitos y falsas creencias sobre la asexualidad
- Ser asexual no tiene nada que ver son el
celibato o la castidad, las dos últimas son elecciones, la primera no. En
general, los asexuales no tienen una visión relativa al sexo mejor o peor
que cualquier otra persona, no es un asunto de moral, es
sencillamente su condición sexual.
- La asexualidad no es un enfermedad ni física
ni psicológica. Las personas asexuales pueden llevar vidas normales y
felices, sólo las presiones sociales y/o el desconocimiento pueden
provocarles sufrimiento.
- Los asexuales no buscan “ a la persona
idónea”. Muchos asexuales han tenido parejas que fueron “idóneas” en su
momento, a veces hasta se casan y son felices de por vida, y aún así no
han tenido deseo alguno de practicar sexo con ellas.
- El origen de la asexualidad no son ni
maltratos, ni abusos; no existe ningún acontecimiento traumático común en
el pasado de los asexuales.
- El origen de la asexualidad no está claro, se
suele creer que la mayoría sencillamente nacen así, aunque en ocasiones
varía a lo largo de la vida de una persona. La sexualidad humana es
más compleja de lo que a muchos gustaría.
Problemas relacionados con la asexualidad
La asexualidad en sí
misma no es un problema para quienes se identifican con ella, pero en una
sociedad donde el sexo y la pareja son constantes omnipresentes, se pueden
desarrollar conflictos derivados, en ocasiones, muy graves.
- Personas con problemas físicos o mentales
pueden verse mal diagnosticados y recibir tratamientos no adecuados cuando
el especialista considera que su “falta de interés sexual” o “baja libido”
es parte del problema, existen experiencias de asexuales que pese saber lo
que son y reconocérselo, el especialista procede a ignorarles, negando que
la “asexualidad” exista. El trastorno que supone además que estos
tratamientos no funcionen son un golpe duro para muchos.
- Los asexuales también pueden desarrollar
problemas de auto estima al verse incapaces de empezar o mantener una
relación de pareja sin saber la causa. La sociedad actual mide a menudo el
valor de un individuo por sus relaciones románticas y características
(cantidad, duración, etc.). Ya sea debido a ser arrománticos y carecer por
completo de interés en tener pareja, o por los posibles roces e
incomodidades que ocurren cuando una parte sexual espera relaciones
íntimas y la otra no; los asexuales no tienen precisamente un gran éxito
en el campo amoroso (especialmente si no saben que lo son y no pueden
explicárselo a su pareja), lo cual repercute en que muchos sufran
problemas de auto estima y de identidad sexual.
- La creencia muy establecida de que un asexual es simplemente alguien que no ha encontrado a “la persona adecuada” deriva en no pocas veces en intentos de “conversión” que incluyen desde acoso hasta directamente todo tipo de abusos sexuales.
_______________________________________________________________________
- Lo aprenden solos. Falso. Es verdad que la mayoría de nosotros hemos
aprendido solos, pero también es verdad que la mayoría hemos aprendido poco y
mal y a veces con un cierto coste personal. Hoy en día, igual que antes, la
información sexual de que disponen los adolescentes la obtienen principalmente
de sus iguales, por lo que nadie puede garantizar que esta información sea
correcta, veraz o adecuada si no es contrastada con otras informaciones
facilitadas por los padres o en la escuela.
- Se lo enseñan en la escuela. Depende. No todas las escuelas o
institutos desarrollan programas de educación afectiva y sexual. Además, en caso
de que así fuera, el hecho de que la escuela aborde estos temas no significa que
los padres puedan despreocuparse. De hecho, sólo una tarea conjunta por parte de
padres y escuela garantiza un proceso de formación adecuado en ésta y en otras
áreas.
- La educación sexual incita a la práctica sexual. Falso. La educación
sexual fomenta la responsabilidad y la adecuada toma de decisiones. Es más, la
educación sexual evita que los adolescentes vivan su sexualidad con angustia o
condicionados por informaciones erróneas, o con la idea de que todo lo que está
relacionado con el sexo es potencialmente peligroso. Lo que de verdad es
peligroso es la ignorancia y el miedo. Como dice una investigación del
Instituto de la Mujer, del año 1986: Aunque las relaciones sexuales no son
más frecuentes entre las jóvenes que han recibido educación sexual que entre las
que no la han recibido, las primeras tienen menos probabilidades de quedarse
embarazadas.
- Todavía son unos niños. Depende. La educación sexual debe llevarse a cabo de manera adecuada a cada edad pero desde la infancia. Es un error muy común pensar que la educación sexual debe dirigirse sólo a los adolescentes. En todo caso, lo que conviene conocer es que en cada momento del desarrollo los temas de interés serán diferentes: quizás en la infancia estarán más centrados en conocer aspectos relacionados con el propio origen, en la pubertad con los cambios corporales y en la adolescencia con una gran variedad de aspectos especialmente relacionados con las propias emociones y comportamientos.
Otras dificultades
- Miedo a no saber responder las preguntas de los adolescentes. Está
bastante extendida la idea de que la educación sexual de los adolescentes
consiste simplemente en contestar sus preguntas, lo que obliga en principio a
padres y madres a tener un amplio bagaje de conocimientos sobre este tema. Nada
más falso. En realidad lo que quieren los adolescentes sobre estos temas es
poder hablar, conocer lo que pensamos, cómo enfocamos determinadas cuestiones,
que les ayudemos a situar los límites, etc. Lo que más interesa a la mayoría de
los adolescentes sobre la sexualidad está ligado a las emociones y los
sentimientos y sólo después, a la información más o menos específica.
- No saber cómo enfocar la conversación. Muchos padres no saben "sacar"
estos temas sin que se convierta en una especie de asalto directo, que intuyen
que el adolescente evitará, posiblemente porque no haya una experiencia anterior
de diálogo sobre estos temas. Puede darse incluso la circunstancia de que del
lado del adolescente esté pasando exactamente los mismo, es decir, que exista el
deseo de abordar estos temas, pero que no sepa cómo ni por dónde empezar.
- Sentimiento de vergüenza. A veces padres y madres evitan estos temas
porque creen que los hijos les preguntarán sobre cuestiones de tipo personal. La
intimidad de los padres, en tanto que pareja, no debe pertenecer más que a ellos
y así se debe comunicar a los hijos si estos intentan adentrarse en este
territorio. Ello no impide que se puedan comentar algunos aspectos generales de
su relación, pero sin entrar en detalles que sólo pertenecen al ámbito de lo
personal.
- Miedo a que el adolescente piense diferente. Algunos padres intuyen claramente que sus actitudes sobre temas de sexualidad y las de sus hijos adolescentes pueden ser bastante diferentes, por lo que hablar de ello sólo les conducirá a discusiones inútiles y al desgaste de la relación. Es evidente que hay diferentes cuestiones en las que padres e hijos pueden pensar diferente, pero evitar el tema sólo evidencia la incapacidad para el diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario