sábado, 4 de octubre de 2014

El Acuífero Guarani, EUREKA 2014 - ARACELI INSAURRALDE - PARAGUAY




El Acuífero Guaraní es un reservorio de Agua Dulce subterráneo esta situado geográficamente en los 4 países miembros del MERCOSUR: en Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay. Esto es uno de los patrimonios naturales más importantes con los que cuentan dichos países ya que es uno de los pocos lugares de reserva de agua dulce que aún no ha sido contaminado en el mundo. En países como Estados Unidos y en Europa al Acuífero se lo conoce como el Gigante del Mercosur o el Gigante de América. Su extensión total es de 1.190.000 km cuadrados. En Brasil ocupa 846.773km cuadrados. En Argentina 225.000 km cuadrados. En Paraguay 70.000 km cuadrados. Y el Uruguay 45.000 km cuadrados. Sus aguas se encuentran a 1.8000 metros de profundidad. Las aguas de este reservorio cuentan con propiedades terapéuticas que ayudan al estres o problemas de cansancio y medicinales para problemas renales estos beneficios se encuentra en la zona de Argentina y son aguas termales. El fin del Acuífero Guaraní es que si en un futuro algunos de los países que lo integran lleguen a quedarse sin agua la función del Acuífero será brindar agua potable a dichos países .

domingo, 6 de abril de 2014

FORO INTERNACIONAL DE MUJERES LIDERES ASPA 2014






Fomentarán los roles femeninos 

Seis ministras de Estado y dos jequesas de Kuwait tienen previsto participar en encuentro internacional. Con el objetivo de fomentar el entendimiento mutuo a través del intercambio de experiencias para fortalecer los roles de las mujeres en los ámbitos políticos, sociales, económicos y culturales, mañana se inaugurará la cumbre ASPA 2014-Foro Mujeres Líderes de los Países Árabes y América del Sur. 

El encuentro se realiza en Lima y se prolongará hasta el miércoles 9. Participarán lideresas, entre ellas seis ministras de Estado y dos jequesas de Kuwait, además de ministras peruanas. El lunes 7 se desarrollará, en el Hotel Marriot, el primer eje temático: Participación Social y Política de la Mujer, que estará a cargo de Silvia Lazarte, política y dirigente campesina boliviana. Anfitriona Luego se dará paso a la segunda conferencia magistral Educación para el Empoderamiento, que estará a cargo de Faeqa Saeed Alsaleh, asesora del secretario general y jefe del Sector de Asuntos Sociales de la Liga de Estados Árabes. 

Los días siguientes habrá un intenso debate sobre el rol femenino en el mundo contemporáneo. La organización del foro ha contemplado un programa de actividades que se inicia hoy tras el arribo a Lima de las distintas delegaciones de los Países Árabes y de Unasur. La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, como anfitriona del certamen, dará la bienvenida en una cena a desarrollarse en un restaurante miraflorino. 

El programa de actividades prevé también que las delegaciones recorran el Circuito Mágico del Agua, donde habrá, además, un pasacalle artístico cultural con la participación del grupo Yuyachkani. Durante la actividad se compartirán las experiencias y los retos enfrentados por las mujeres para alcanzar y mantenerse en puestos de liderazgo político, sean del Poder Legislativo o del Ejecutivo. 

Entre las ministras de Estado participantes están: Sandra Gutiérrez Salazar, ministra de Justicia de Bolivia; María Fernanda Espinoza y Ledy Zúñiga Rocha, ministra de Defensa Nacional y ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de Ecuador, respectivamente; Souad Bendjaballah, ministra de Solidaridad Nacional de Familia y de Estatus de la Mujer. Asimismo, Boshra Hussien Saleh Al-Zwaini, ministra de Estado de la República de Iraq; Lemina Mint El Ghotob Ould Mona, ministra de Asuntos Sociales, la Infancia y la Familia de la República Islámica de Mauritania. Las jequesas kuwaitíes son: Latifa Al Fahad Al-Salem Al-Sabah, presidenta del Comité de Asuntos de la Mujer del Gabinete Nacional del Estado de Kuwait, y Hessa Bint Saad Abdullah Salem Al-Sabah.

sábado, 15 de marzo de 2014

HILDEBRANT, siempre actual, puntual y controversial ...

MUY INTERESANTE HILDEBRANDT                                                                  

La mayoría de la gente está harta de usted. Harta de su insaciabilidad, de su amor por la figuración, de la flagrante inmoralidad que consiste en construirse una imagen de perfil electoral con los ilimitados recursos públicos. 
Harta, en fin, de su indiscreta manera de ambicionarlo todo.
Sí, señora. Aunque los sobones no se lo digan tiene usted que saber que se ha convertido en una amenaza.
Para que la derecha la acoja como una de las suyas. ¿Cree usted que la derecha la siente como una de las suyas? Se equivoca. Para ese papel están Keiko, PPK y hasta el García.

A QUIEN HABRÍA QUE VACAR ES A USTED
No sé si usted sabe cuánto daño le ha causado su conducta a su marido. Entérese, señora: a su Marido no lo respeta Nadie.
No lo respetan quienes, desde el empresariado, hablan de su sensatez cuando, en realidad, ellos confunden la sensatez con el sometimiento. No lo dude, señora: si el presidente de la CONFIEP tuviera alguna queja la llamaría a usted, no al ministro sectorial y fantasmagórico que con usted coordina ni al "primer ministro" holográfico y decorativo que hoy apellida creo Cornejo y que estará allí hasta que a usted se le ocurra. Nunca como ahora las palabras "primer ministro", "gabinete", "Ejecutivo" han sonado tan vacías.
No respetan a su marido, señora, los peruanos que votaron por él creyendo que, de ganar las elecciones, él sería quien gobernaría el país. ¿Sabe usted que la actual popularidad del presidente llega al mísero 13 por ciento en el sur del país? Señora: su marido ganó las elecciones gracias al sur, que quería un cambio y que supuso que el cambio prometido por Humala se cumpliría apenas pisara palacio de gobierno.
¿Recuerda usted cuando acompañaba a su marido a los estudios de TV y en las pausas comerciales le exigía más claridad, más definición y más radicalismo seductor? ¿Creía usted en todo aquello o estaba construyendo el fantoche que la llevaría a la cima, a la portada de "Hola", a las confidencias con los principales ejecutivos de las grandes empresas?
Eso lo sabrá usted en su fuero interno. Lo que sabe la gente es que de aquel Humala que convocaba a los peruanos a cambiar algunas cosas no queda nada. Bueno, queda lo que vemos: un hombre inseguro, un presidente usurpado, una sombra, un modo del silencio.
Y no es que las promesas del Humala original anunciaran el apocalipsis. Nadie en su sano juicio quería el estatismo canceroso que ya conocíamos ni las nacionalizaciones forzadas que recordábamos como pesadillas. Nadie quería, en suma, un remedo soviético ni una sucursal cubana ni una imitación chavista en el Perú.
Lo que muchos querían y para eso hicieron ganar a su marido, señora es que esta republiquita plutocrática, donde sólo manda el dinero, fuese sustituida por una república de todos. Lo que querían los que se volvieron humalistas ante la posibilidad de que Keiko Fujimori accediese al poder es que los trabajadores volviesen a tener voz, que el Estado regulase de veras, que la CONFIEP no gobernase a periodicazos, que la agricultura de consumo interno fuese atendida, que algunos aspectos de los TLC pudiesen ser renegociados, que la minería fuese una gran opción pero no la única, que el Estado pudiese tener (como en Chile o Colombia) empresas que contribuyeran a una más justa fijación de algunos precios. En suma, que el "modelo fujimorista" que la CONFIEP procreó en barraganía con los periodistas que hoy se sienten portadores de la "única verdad" fuese corregido en parte, matizado en algunos aspectos, rectificado creativamente en otros.
¿Ve usted, señora? De eso se trataban los cambios que su marido juró realizar. Nada del otro mundo.
Y sin embargo, nada se ha hecho. Su marido pudo ser el mandatario que humanizara el liberalismo extremo que Fujimori impuso con un golpe de Estado. En vez de eso será recordado como un fraude, como un mentiroso, como un intermedio. Y usted, señora, que dice quererlo, ha contribuido decisivamente a la devastación política de su pareja.
Sus últimas intervenciones, señora Heredia, han rozado el golpismo y han constituido la más grosera intromisión de una persona sin cargo oficial ni responsabilidades formales en el manejo de la cosa pública.
¿Se siente usted triunfante? Desde el poder que le ha cedido su marido las cosas se pueden mirar de un modo muy torcido. Sobre todo si, como es el caso, son los aduladores a sueldo quienes la estimulan a seguir su plan usurpador.
Emboscar a Villanueva empleando a Castilla ese ujier de la CONFIEP, ese ideólogo de "El Comercio"- es algo que sus amigas incondicionales deben haber festejado entre risotadas. Pero sus amigas, señora, no son el país. La mayoría de la gente está harta de usted. Harta de su insaciabilidad, de su amor por la figuración, de la flagrante inmoralidad que consiste en construirse una imagen de perfil electoral con los ilimitados recursos públicos. Harta, en fin, de su indiscreta manera de ambicionarlo todo. Y harta de que su afán de ser lideresa subida en los helicópteros oficiales y repartiendo regalos subsidiados por quienes pagan sus impuestos sin duplicarse el sueldo haya supuesto erosionar la institución de la presidencia de la república y menoscabar, hasta el patetismo, la figura de su diluido cónyuge.
Señora: el pueblo eligió a su marido para que hiciera los cambios que prometió hacer solemnemente. El pueblo no la eligió a usted. Si el Perú fuese una telenovela de mal gusto usted sería la exitosa intrigante que llegó a la cima pisoteando derechos ajenos y duplicando los propios. Pero como el Perú no es todavía, felizmente, una telenovela aunque a veces, con su protagonismo zampón, lo parezca el daño institucional que usted está causando puede ser un peligro para la estabilidad democrática.
Sí, señora. Aunque los sobones no se lo digan tiene usted que saber que se ha convertido en una amenaza.
Porque al pueblo que su marido engañó le importa un comino eso del "gobierno en familia", eso de "la pareja cogobernante", eso de la señora protagonista. A la herida del programa olvidado y la traición añade usted el agravio de la suplantación. Ya es mucho. Y sus ideas, por otra parte, señora, no tienen el brillo que su entorno le dice que tienen. Son tan originales como el odriísmo, como el pradismo, como el beltranismo. Usted podría ser la muy guapa bisnieta de Enrique Chirinos Soto, que pensaba como usted pero que tenía el don del lenguaje y la gracia de la buena sintaxis.
Pregúnteles usted a los cusqueños alzados si oponerse a la elevación del sueldo mínimo es algo que el pueblo deba agradecer.
Porque, señora, aclaremos este asunto de una vez por todas: su injerencismo descarado no tiene como fin rescatar a su marido del secuestro derechista del que ha sido víctima. Al contrario, cada vez que el pálido Humala puede hacer algo por quienes creyeron en él, allí está usted, embajadora de los grandes intereses, conspirando para que "todo vuelva a la normalidad" y para que la derecha la acoja como una de las suyas. ¿Cree usted que la derecha la siente como una de las suyas? Se equivoca. Para ese papel están Keiko, PPK y hasta el García reconciliado que hoy habla del gas esquisto como salida energética del futuro (sin pensar en los pavorosos daños ambientales que su búsqueda ya está causando en los Estados Unidos). Alguien, señora, ha planteado, exageradamente, la vacancia presidencial. A quien habría que vacar es a usted.

(*) “Hildebrandt en sus trece” N° 191, 28 de febrero de 2014